El plan B en materia electoral propuesto por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, quedó aprobado por el Congreso de la Unión y listo para ser aplicado en las próximas elecciones. La oposición recurrirá a la controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para tratar de evitar perder sus intereses político electorales.
En la reforma a distintos ordenamientos, se establecieron las nuevas reglas del juego electoral y al mismo tiempo se adelgazo la burocracia del Instituto Nacional Electoral. El objetivo principal es acabar con los fraudes electorales que históricamente han cometido los del PRI y PAN,
En las modificaciones al artículo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, se canceló la transferencia de votos para los partidos minoritarios dentro de las coaliciones electorales. Es decir, se frenó la vida eterna de aquellos institutos políticos que no logren alcanzar el porcentaje legal de votos para mantener su registro.
La transferencia de votos, va en contra del sufragio emitido, por ello se canceló de la Ley, con la firmeza de evitar darles vida artificial a los partidos que no logren mantenerse en la competencia por no tener la suficiente representación y los votos necesarios.
Otras de las reformas relevantes que se aprobaron, fue la de suprimir los privilegios y excesos del Instituto Nacional Electoral. Las y los mexicanos están de acuerdo en tener instituciones y elecciones más baratas.
Lamentablemente hay consejeros que ganan el doble o casi el triple que el presidente, tienen prestaciones de primera. La honestidad debe ser cualidad nata de los consejeros y de todos los servidores públicos. Los sueldos faraónicos que cobran no deben justificarse bajo pretexto de que es para no ser corrompibles.
Ayer domingo los del PRIAN salieron nuevamente a las calles para manifestarse en contra del plan B electoral, bajo la engañosa consigna: El INE no se toca, con el que evidenciaron sus despropósitos, pues no quieren perder los privilegios que tienen dentro del órgano electoral, ni la posibilidad de seguir haciendo fraudes electorales.
La oposición ha tratado de manejar el tema como defensa a la democracia, pero realmente es defensa de los intereses de unos cuantos. Son los conservadores que secuestraron el tema y quieren utilizar a la ciudadanía para conseguir sus fines, pero debemos ser claros, la democracia y las instituciones están garantizadas.
Las y los mexicanos merecemos ejercicios electorales democráticos a la altura de nuestra sociedad y de los tiempos que vivimos, no puede seguir mantener instituciones faraónicas cuando el país se está transformando y hoy la prioridad es la gente, la transparencia y sobre todo la certidumbre en los resultados de las votaciones en las siguientes elecciones.
Senadora Lucía Meza Guzmán
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